“El 27 de septiembre cumplo 24 años desde mi ingreso a la Universidad, uno escucha esa cifra y parece mucho, pero a la hora de la verdad no lo he sentido así, porque yo he sido feliz aquí”
Entre sonrisas aclara “me identifico con el Andrés, igual quien quiera decirme Jorge no me voy a enojar, pero no me gusta mucho”. Este paisa nació en la ciudad de Medellín el 30 de mayo de 1975, fue el segundo hijo del hogar conformado por Dolly Amparo Ochoa y Libardo Álvarez, su hermano mayor es Iván Darío Álvarez. Las calles del barrio San Benito atestiguaron su infancia y adolescencia, los domingos jugaba fútbol con sus amigos en el espacio que hoy es la parte frontal de la Universidad y nunca se imaginó que un día formaría parte del talento humano de esa Institución.
Estudió su primaria en la Escuela Madre Marcelina, dirigida por religiosas y, paradójicamente, todo el bachillerato lo realizó en el Colegio Militar José María Córdoba “Fueron dos ambientes muy distintos, aunque las monjitas impartían mayor disciplina que los militares”, asegura Andrés, quien se caracterizó por ser un niño disciplinado y juicioso con el estudio, no le gustaba que lo regañaran o castigaran, aun así, recuerda jocosamente que las hermanas le dieron un par de reglazos.
Rememora también el sacrificio que sus padres, especialmente su madre, hacían para que él pudiera estar bien y estudiar, por lo que se sentía en la obligación de corresponder a todo ese esfuerzo. Conoce más de su historia aquí.